HELLA ofrece una amplia gama de ventiladores de radiador de alta calidad para turismos, vehículos comerciales ligeros y vehículos industriales, diseñados para cumplir las normas más exigentes. Los ventiladores de radiador de refrigeración del motor de HELLA son fundamentales para mantener la temperatura óptima del motor, garantizando un rendimiento eficiente y evitando el sobrecalentamiento.
Invertir en ventiladores de radiador HELLA significa elegir un producto que combina calidad, rendimiento y fiabilidad, garantizando que su motor se mantenga a una temperatura óptima para un funcionamiento eficiente y seguro.
Gama completa: con una amplia selección de ventiladores de radiador adaptados a modelos de vehículos y tipos de motor específicos, HELLA garantiza un ajuste perfecto y una compatibilidad óptima. Esta amplia gama permite a los clientes encontrar el ventilador ideal para las necesidades del sistema de refrigeración de un vehículo.
Generación de calor del motor: cuando el motor funciona, genera calor. La función del radiador consiste en absorber y disipar este calor a través del líquido refrigerante que circula por el motor.
Activación del ventilador: cuando la temperatura del motor aumenta y la del refrigerante también, el termostato o el sensor de temperatura envía una señal al ventilador del radiador para que se encienda.
Creación del flujo de aire: el ventilador, que está situado detrás o delante del radiador, empieza a girar, haciendo que el aire pase a través del radiador. Este flujo de aire ayuda a enfriar el refrigerante a medida que pasa a través de las aletas del radiador, asegurando que el motor no se sobrecaliente.
Control de temperatura: el ventilador del radiador sigue funcionando hasta que el motor se enfría a una temperatura óptima. Una vez que el motor alcanza una temperatura de funcionamiento segura, el ventilador se apaga automáticamente.
Tipos de ventiladores: Ventiladores mecánicos: accionados por el motor mediante un sistema de correa y polea, proporcionan caudal de aire cuando es necesario.
Ventiladores eléctricos: alimentados por el sistema eléctrico del coche, son más eficientes y se encienden y apagan automáticamente en función de la temperatura del motor.
Flujo de aire deficiente o inexistente: si el ventilador no gira o no produce suficiente caudal de aire, el motor puede sobrecalentarse porque el refrigerante no se enfría correctamente. Esto indica un mal funcionamiento que requiere sustitución.
Ruidos inusuales: los ruidos de chirridos o traqueteos procedentes del ventilador suelen indicar que el motor está desgastado, que las aspas del ventilador están rotas o que hay componentes sueltos. Si estos ruidos persisten, puede ser el momento de sustituir el ventilador.
Motor sobrecalentado: si el motor se sobrecalienta con frecuencia y el ventilador del radiador no se activa cuando debería, puede deberse a un ventilador defectuoso o a un fallo de los componentes eléctricos que lo controlan (por ejemplo, sensores de temperatura o relés). En este caso, es necesario sustituirlo.
Problemas eléctricos: en el caso de los ventiladores eléctricos, si hay problemas como fusibles fundidos, problemas de cableado o el ventilador no responde a las señales de temperatura, puede ser necesario sustituirlo para restablecer una refrigeración adecuada.
Daño visible: las aspas del ventilador agrietadas o dañadas, un motor del ventilador roto o daños en la cubierta del ventilador pueden hacer que el ventilador deje de funcionar eficazmente, por lo que habría que sustituirlo.
Funcionamiento inconsistente del ventilador: si el ventilador funciona de forma intermitente o no se enciende y apaga correctamente, podría indicar un fallo en el sistema de control o en el propio ventilador, lo que obligaría a sustituirlo.
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