La creciente complejidad del tráfico en las calles representa un reto diario para el conductor. Los sistemas de asistencia a la conducción ofrecen al conductor una ayuda para optimizar la seguridad en el tráfico. En la gran mayoría de los modernos vehículos europeos, los novedosos sistemas de asistencia a la conducción ya forman parte del equipamiento básico, lo que se complica el trabajo diario en el Taller.
La electrónica del vehículo desempeña hoy en día un papel crucial en todos los equipamientos de confort y de seguridad. La óptima combinación de todos los complejos sistemas electrónicos garantiza un perfecto funcionamiento del vehículo, con lo que aumenta la seguridad en el tráfico.
La inteligente comunicación de datos entre los sistemas electrónicos del vehículo se ve favorecida por el uso de sensores. Si hablamos de seguridad en la conducción, los sensores de velocidad de las ruedas adquieren una gran importancia, y ello se demuestra gracias a las múltiples aplicaciones que encuentran en los distintos
sistemas del vehículo.
En los sistemas de asistencia a la conducción, tales como ABS, ASR, ESP o ACC, la unidad de control los emplea para detectar el nº de revoluciones de las ruedas.
Mediante cables de datos, la información sobre el nº de revoluciones de la rueda se pone a disposición de la unidad de control ABS y de otros sistemas (sistemas del motor, caja de cambios, navegación y regulación del chasis).
Gracias a este uso tan versátil, los sensores de nº de revoluciones contribuyen de manera directa a mejorar la dinámica en la conducción, la seguridad, el confort, además de favorecer un menor consumo de combustible y un descenso de las emisiones. Los sensores de velocidad de las ruedas se llaman a menudo sensores ABS, ya que se integraron en el vehículo con la introducción del ABS.