Tecnologías de faros en vehículos eléctricos: información del sistema, indicaciones de mantenimiento y reparación

Los faros halógenos son una tecnología antigua pero aún muy utilizada, incluso en vehículos eléctricos. Aunque los faros halógenos clásicos se utilizan menos en los vehículos eléctricos modernos, siguen ofreciéndose en el segmento de los automóviles pequeños, sobre todo en las categorías de precio más bajas. Los faros halógenos tienen un precio de adquisición y sustitución inferior al de las variantes de faros modernas. Cambiar las lámparas de halógeno es relativamente sencillo y a menudo puede hacerse sin ayuda profesional. Las lámparas de halógeno producen una luz cálida y amarillenta que muchos conductores encuentran agradable. Sin embargo, la potencia luminosa y el alcance son inferiores en comparación con los sistemas de faros más modernos. Otra desventaja es que las lámparas de halógeno suelen tener una vida útil más corta que las de xenón o LED y, por tanto, deben sustituirse con mayor frecuencia.

El diagnóstico en caso de avería del faro principal puede variar en función del tipo de faro. Si falla un faro halógeno, normalmente se reconoce mediante la comprobación de fallo de lámpara del vehículo y se informa al conductor mediante un mensaje correspondiente en el cuadro de instrumentos. El testigo se apaga en cuanto se ha montado una lámpara nueva o se ha subsanado la avería.

Los faros de xenón y LED se supervisan mediante unidades de control de nivel superior en el sistema eléctrico del vehículo. Los fallos producidos se almacenan en la memoria de fallos de la unidad de control correspondiente y pueden leerse mediante un dispositivo de diagnóstico adecuado. El fallo también se muestra en la pantalla.

Las causas del fallo del sistema de faros correspondiente pueden variar. Mientras que en los faros halógenos o de xenón aún era posible sustituir una lámpara defectuosa, esto es mucho más complejo con los modernos faros LED.

Los faros LED pueden fallar por varias razones, por ejemplo, debido a componentes LED defectuosos, a una electrónica de control defectuosa o a una sobrecarga térmica. Un diagnóstico exhaustivo para determinar la causa de la avería es crucial para el éxito de la reparación. A diferencia de los faros halógenos clásicos, en caso de reparación solo pueden sustituirse los componentes individuales montados en el exterior de la carcasa, como los módulos LED, los ventiladores o las unidades de control. Tras reparar o sustituir los distintos componentes, es importante calibrar y ajustar correctamente los faros para garantizar la seguridad vial y una distribución óptima de la luz.