Características básicas
Vida útil: Cómo influye el desarrollo de la temperatura en la vida útil
Si hablamos de la vida útil de un LED, incluso si se produce una degeneración de la luz, nos referimos al tiempo durante el cual el diodo luce, aunque su potencia lumínica se vea reducida a la mitad del valor de su luminosidad inicial. La capacidad de funcionamiento de un LED depende de muchos factores. El material semiconductor utilizado desempeña un papel tan importante como las condiciones de funcionamiento o la degeneración del cristal de silicio.
La vida útil de un LED no puede determinarse de manera generalizada. Mientras que los LEDs estándar duran hasta 100.000 horas, los LEDs de alta potencia tienen una vida útil de aproximadamente un cuarto de esta cifra o, como máximo, la mitad (25.000-50.000). Si los diodos se utilizaran sin interrupción, su tiempo de funcionamiento sería de más de once años, o más de dos años, dependiendo del caso.
Su vida útil depende mucho de su ámbito de aplicación y de la densidad de corriente aplicada. Por ello, cuanto más elevado sea el flujo de corriente, más se calentará el diodo. Y ello contribuye a acortar su vida útil. La temperatura ambiente también es un factor relevante para la vida útil, ya que cuanto más calor hace, antes fallará el diodo. Básicamente es aplicable a todos los diodos en los que, cuanto mayor sea su emisión lumínica, más disminuirá ésta con el paso del tiempo. Pero esto es una ventaja ya que, en comparación con las lámparas convencionales (bombilla, lámpara halógena), con el LED no se queda uno de repente a oscuras. Incluso cuando la potencia lumínica decae, en circunstancias normales no decae completamente. El plástico que suele utilizarse en la mayoría de las lentes de los LEDs se vuelve turbio con el tiempo, lo que influye negativamente sobre el rendimiento lumínico.
Factores principales que influyen en su vida útil:
- Temperatura
- Densidad de la corriente
- Degeneración del cristal de silicio