Desde hace más de una década, HELLA fabrica sensores de radar para un ancho de banda de 24 GHz. Ya en 2005, HELLA introdujo la primera generación de sensores de radar de 24 GHz en la producción en serie. Los sensores se emplean en algunas funciones estándar bastante extendidas, como p.ej. la detección del ángulo muerto, el asistente de cambio de carril o la ayuda al aparcamiento.
Un sensor de radar registra la información relacionada con la velocidad, los ángulos y las distancias con respecto a los objetos que se encuentran hasta a 70 m detrás del vehículo, y evalúa dicha información. Para ello se emplea, desde la primera generación de sensores, el principio de modulación LFMSK (Linear Frequency Modulation Shift Keying).
Con la ayuda de este principio puede registrarse y determinarse la distancia y la velocidad relativa de distintos objetivos con una sola señal (Chirp), cuya frecuencia se modifica temporalmente.
En la tercera generación de radares se emplea una variante avanzada de FM en la que el ancho de banda de la modulación está limitada a 200 MHz como máximo. El sistema trabaja con una potencia media de transmisión de 13 dBm (EIRP) en una banda de frecuencia de entre 24,05 y 24,25 GHz. La resolución resultante en cuanto a la ubicación es de 0,75 m, y es idónea para las funciones necesarias en la parte trasera del vehículo. El procedimiento del monopulso es el que se emplea en este caso para determinar los ángulos. Basándose en un planteamiento específico de procesamiento de señales, el sistema lleva a cabo una comparativa de las distintas fases de las reflexiones del radar a través de diferentes modos de recepción.
En la cuarta generación de sensores de radar se ha integrado otra función relacionada con la seguridad: El asistente de descenso del vehículo. Gracias a esta función pueden detectarse a tiempo algunas situaciones peligrosas, como los vehículos que circulen cerca de nosotros, ya que avisa a los ocupantes antes de que desciendan del vehículo.