Boletín de noticias de EGEA: efecto de los ADAS y cía. en los talleres

La industria del automóvil está en plena transformación. ¡La movilidad eléctrica cobra cada vez más fuerza! La tendencia se acelera, entre otras cosas, por la crisis energética: los precios del petróleo suben continuamente y, con ellos, el coste de la gasolina y del gasóleo. En 2022, el precio medio de la gasolina prémium se sitúa de momento en torno a los 192 céntimos por litro, el valor más alto registrado desde 1972. Pero no solo los elevados precios del combustible están provocando cambios en estos momentos. La digitalización y la automatización también están dejando su huella en el sector del automóvil. ¿Cómo afecta este cambio a los talleres y a qué nuevos retos se enfrentan los mecánicos? La Asociación europea de equipamiento de garaje (EGEA) abordó estas cuestiones en su boletín de noticias de junio.

Los ADAS se abren paso en el mundo de la automoción

La digitalización y la automatización son la base de las tecnologías de los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS). Según la EGEA, el sistema de llamada de emergencia automática E-Call, obligatorio para todos los vehículos nuevos desde 2018, proporciona conectividad. Además, según una normativa de la UE, el asistente de frenado de emergencia y el asistente de mantenimiento de carril de emergencia también serán equipos obligatorios de serie en los coches nuevos en el futuro. Los vehículos también se están convirtiendo en ordenadores de alto rendimiento sobre ruedas: se sustituyen varias unidades de control descentralizadas por un servidor que agrupa las funciones electrónicas del vehículo en un solo lugar. El resultado es un nuevo potencial para las aplicaciones y el intercambio de datos. Los sistemas ADAS avanzados, como Lidar, una forma de escaneo láser tridimensional, suponen un paso más hacia la conducción autónoma.

La digitalización requiere medidas de protección

Las nuevas tecnologías de los vehículos aportan más comodidad y un menor riesgo de accidentes para los conductores. Sin embargo, la EGEA también ve nuevas responsabilidades para los talleres. En el futuro, las reparaciones ya no serán una tarea puramente mecánica. «El diagnóstico, el equipo de calibración y la experiencia en alta tensión se están convirtiendo en el estándar del sector», podemos leer en el boletín de noticias.

 

Sin embargo, con el avance de la digitalización, también aumenta el riesgo de ciberataques: las personas no autorizadas podrían acceder a datos privados, tomar el control del vehículo, manipularlo o dañarlo. Para proteger a los propietarios de automóviles de estos posibles ataques de piratería informática, la CEPE ha publicado las directrices cibernéticas R155 y R156. Esto requiere esencialmente que los fabricantes de vehículos tengan un sistema de gestión de la ciberseguridad y un sistema de gestión de la actualización del software para las nuevas homologaciones. Para los talleres, esto significa en la práctica un acceso de diagnóstico limitado al puerto DAB o a los componentes de seguridad codificados. Para que los empleados del taller puedan, por ejemplo, leer un código de avería o sustituir un componente, deben estar autorizados y solo reciben permiso de acceso mediante los certificados correspondientes.

 

Como escribe la EGEA en su boletín, la asociación está manteniendo intensas conversaciones con la Comisión Europea, los fabricantes de vehículos y otras organizaciones de posventa para encontrar una solución viable para todos los participantes en el mercado de posventa.