El mecanismo del freno de estacionamiento de un Audi se compone de un motor de corriente continua, de una transmisión de plato oscilante y de un husillo. Las piezas van montadas directamente en las pinzas de freno traseras y permiten la transformación del movimiento giratorio del motor en pequeños movimientos ascendentes del pistón de freno. El motor de corriente continua acciona la transmisión de plato oscilante mediante un sistema de transmisión por correa.
Aquí tiene lugar la primera reducción del nº de revoluciones del motor de tracción. El nº de giros se reduce por la transmisión del accionamiento de la correa a 1:3. Por medio de la transmisión de plato oscilante, el nº de giros se reduce otra vez. En la salida de la transmisión se ha graduado la velocidad a un factor 147, según el nº de revoluciones del motor de corriente continua. Mediante el husillo, que se acciona directamente mediante la transmisión del plato oscilante, se produce la transformación de un movimiento giratorio en un movimiento ascendente.
En el pistón del freno se encuentra un cilindro que se mueve dentro del pistón hacia un lado y hacia el otro. Para que el cilindro no pueda girarse dentro del pistón se le ha realizado una rectificación plana en dos sitios. En el extremo delantero del cilindro se ha colocado una tuerca de presión que se mueve sobre la rosca del husillo en cuanto gira el husillo. Por medio de un sensor Hall se mide la cantidad de giros de un motor de corriente continua y se transmite a la unidad de control, que calcula el recorrido ascendente a partir de esa información.
Cuando se acciona el freno de estacionamiento, la tuerca se mueve hacia delante por el movimiento giratorio del husillo. Entonces, el cilindro, junto con el pistón de freno, presiona las pastillas de freno contra el disco de freno.
Si se suelta el freno de estacionamiento, la tuerca de presión del husillo gira hacia atrás y sirve como descarga del pistón de freno. Gracias a la memoria elástica del anillo tórico del pistón, el pistón de freno vuelve atrás, al igual que lo hace tras un proceso normal de frenado.
Todo el sistema se compone, además, de una unidad de control que lleva un sensor de ángulo de inclinación integrado, lámparas de control y el interruptor de accionamiento de la consola central.
Para activar el freno de estacionamiento, se tira del interruptor de accionamiento; para soltar el freno se presiona el interruptor. Cuando se activa el freno de estacionamiento, éste se muestra en el tablero de instrumentos mediante el testigo de control, y también en el interruptor de accionamiento. La peculiaridad del freno de estacionamiento es que puede activarse tanto con el vehículo encendido como apagado. Sin embargo, para desactivarlo, el encendido debe estar conectado.