Con los LEDs también pueden conseguirse distintos colores de luz, de forma similar que con las tecnologías de iluminación convencionales. En este contexto, el término "color de luz" no se refiere a una iluminación de color, p. ej. con LEDs rojos, verdes o azules, sino al "aspecto" de la luz que crean los LEDs blancos.
El color de la luz también se llama temperatura del color, y suele indicarse mediante el kelvin, su unidad de medida. Básicamente se puede diferenciar entre tres espectros de percepción del color: blanco cálido (temperatura del color de menos de 3300 Kelvin), blanco neutro (temperatura del color de 3300 - 5000 Kelvin) y blanco luz diurna (temperatura del color de más de 5000 Kelvin). Con los LEDs se puede abarcar el espectro completo.
En el ámbito de la iluminación de camiones, sobre todo en los faros principales y auxiliares, el color de la luz similar a la luz diurna es de especial importancia. Está demostrado que este color de la luz en combinación con una distribución de la luz homogénea da como resultado una iluminación óptima de la calzada. Por ello, los faros auxiliares potentes, como las HELLA Lightbar 350 y 470 con un color del color similar a la luz diurna y diseñados especialmente para las cabinas de camiones, pueden mejorar notablemente la visibilidad. Además, el cansancio que suele aparecer durante los trayectos en la oscuridad se reduce notablemente si se utiliza una luz que sea muy similar a la luz natural del día, con lo que aumenta claramente la seguridad en el tráfico.
Al elegir los LEDs que emplearemos en nuestros faros LED de alto rendimiento de HELLA, aplicamos exigentes estándares de calidad en lo que respecta al color de la luz y a la luminosidad. Ambos valores deben situarse en un rango de tolerancia muy estricto. Solo de esta manera podemos garantizar una elevada calidad lumínica de todos nuestros productos en cuanto a la claridad, color de la luz y otras características.
La percepción personal del color es, independientemente de los valores en Kelvin medidos, parcialmente subjetiva. El color es, en consecuencia, una impresión general de los sentidos y, sin la ayuda de medios técnicos, el ser humano no es capaz de saber cuál es la composición espectral de la luz. Por este motivo, es prácticamente imposible comprender cómo perciben los colores las demás personas en comparación con uno mismo.
Por eso, no se sorprenda si el entorno le parece un poco más "colorido" que a otras personas, pues se trata de su percepción personal del color.