Boletín de noticias de EGEA: nuevos retos para los talleres a través de ADAS y cía.

Tal vez los mayores aún lo recuerden: hace mucho tiempo, en los talleres todavía se trabajaba con las manos... Quizás estemos exagerando un poco, pero estoy seguro de que estará de acuerdo con nosotros si decimos que las tareas de los profesionales de los talleres han cambiado considerablemente en los últimos años: las nuevas titulaciones, como la de técnico en mecatrónica del automóvil, son solo una muestra de ello. Impulsados por la crisis energética, cada vez llegan más coches eléctricos con requisitos especiales a la plataforma de elevación. Pero la proporción de componentes electrónicos también está aumentando en los vehículos con motores de combustión clásicos. Por último, pero no menos importante, la digitalización y la automatización en forma de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) se están abriendo paso cada vez más en la industria del automóvil y, con ellos, nuevos retos para los talleres. En su boletín de noticias de junio, la Asociación europea de equipamiento de garaje (EGEA) analiza en detalle cuáles son.

ADAS: obligatorio en los coches nuevos

Es probable que ya haya reparado o revisado sistemas de asistencia al conductor en su taller. Lo más probable es que se encuentre con estos sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) cada vez con más frecuencia: una normativa de la UE estipula que el asistente de frenado de emergencia y el asistente de mantenimiento de carril de emergencia serán equipos obligatorios de serie en los coches nuevos en el futuro. El sistema de llamada de emergencia automática E-Call viene de serie en todos los vehículos nuevos desde 2018. Los sistemas ADAS avanzados, como Lidar, una forma de escaneo láser tridimensional, suponen un paso más hacia la conducción autónoma. Por otra parte, los conocimientos informáticos tampoco están de más. Los coches modernos se están convirtiendo cada vez más en ordenadores de alto rendimiento sobre ruedas. En lugar de varias unidades de control descentralizadas, los fabricantes de automóviles recurren a un servidor central que agrupa las funciones electrónicas del vehículo. Esto da lugar a nuevos potenciales para las aplicaciones y el intercambio de datos.

Los servicios digitales serán parte de la vida cotidiana del taller en el futuro

No hay duda: las nuevas tecnologías proporcionan más comodidad y un menor riesgo de accidentes para los ocupantes del vehículo. Pero la EGEA también prevé nuevas responsabilidades para usted: en el futuro, ya no se tratará solamente de pastillas de freno desgastadas, correas trapezoidales defectuosas y demás, sino que cada vez tendrá que encargarse de más de servicios digitales. «El diagnóstico, los equipos de calibración y la experiencia en alta tensión se están convirtiendo en la norma en el sector», dice el boletín de noticias de la EGEA.

 

Sin embargo, la tendencia a la digitalización no solo aporta ventajas, también abre la puerta a invitados no deseados. Hablamos, por supuesto, de posibles ciberataques. Personas no autorizadas podrían acceder a datos privados o tomar completamente el control del vehículo hackeado. Un escenario de terror que también afecta a la política. La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE) ha publicado las directrices cibernéticas R155 y R156 para proteger a los propietarios de automóviles de los ataques de piratas informáticos. Las directrices exigen esencialmente que los fabricantes de vehículos dispongan de un sistema de gestión de la ciberseguridad y de un sistema de gestión de las actualizaciones del software para las nuevas homologaciones. En la práctica, esto significa un acceso limitado al puerto DAB para muchos talleres. Incluso para actividades sencillas, como la lectura de un código de avería o la sustitución de un componente, los talleres afectados necesitan autorización. La autorización de acceso solo está disponible a través de los certificados correspondientes.

 

Como escribe la EGEA en su boletín, la asociación está manteniendo intensas conversaciones con la Comisión Europea, los fabricantes de vehículos y otras organizaciones de posventa para encontrar una solución viable para todos los participantes en el mercado de posventa.