Calor, horas de trabajo, sacudidas y golpes. Determinadas condiciones de trabajo exigen los mejores faros de trabajo. Por ello, los faros de trabajo HELLA se someten a las más duras pruebas de calidad durante su desarrollo y fabricación. Para poder ofrecerle a Vd. el mejor rendimiento.
En nuestras pruebas de cambio de temperatura, los faros de trabajo HELLA se exponen en cámaras térmicas a variaciones de temperatura de entre –40 y + 90 grados centígrados. En las pruebas de vibración varía la temperatura entre –30 y 80 grados centígrados, y al mismo tiempo también se realizan pruebas de sacudidas y se aplican fuerzas en los faros de 9,6 G.
Estas pruebas suponen una gran tensión para cualquier material. A la fabricación en serie van solo aquellos productos que superen todas las pruebas sin sufrir ningún daño. Los informes de dichas pruebas se archivan en HELLA durante 15 años.
En unas cabinas universales de salpicaduras de agua se prueban los faros de trabajo HELLA en condiciones medioambientales reales. Las cabinas están equipadas con agua de lluvia, agua en cascada, chorros de agua y agua de niebla.
Aquí se comprueba la estanqueidad de los productos, y por ello se realiza el test de salpicaduras de agua con una presión de hasta 5 bar y el test de chorro de agua con una presión de hasta 10 bar.
En las instalaciones de comprobación se somete a los faros a un test de presión del agua de hasta 100 bar y con una temperatura del agua de +80 grados centígrados. Con esta prueba se simula la limpieza en un túnel de lavado o mediante una máquina de lavado a alta presión.
En esta prueba se sumergen los faros durante 30 minutos en un recipiente con una profundidad de agua de 1 metro. No debe entrar nada de agua en el faro. Este test deben superarlo todos los faros de trabajo LED.
En la prueba de protección contra el polvo se comprueba si el faro de trabajo está protegido ante la entrada de cuerpos extraños sólidos, incluido el polvo. Para ello se aplica al faro una mezcla de aire y polvo. En el test de niebla salina se simulan las más duras condiciones medioambientales de la calzada. Para ello, la niebla salina gira durante 700 horas alrededor del faro y así se comprueba su resistencia a la corrosión.
